Desperté a las 7.40 dsp de una noche que mi cuerpo ya no aguantó. De todas formas, hace tiempo que mi cuerpo no va acorde a mi mente, es cuestión de ponernos en sintonía nuevamente.
Sentía todo seco por dentro, con razón, hace días que mi cuerpo se niega a mantener cualquier líquido o sólido más de 5 minutos en el cuerpo.
Me levanté con mareos, tomé algo dulce y volví a acostarme, pero sabía que no iba a volver a dormir. Ya me dolía la espalda y en 5 minutos alcanzó a mis brazos, piernas, cabeza y empezó a notarse el dolor de estómago... otra vez.
El sol asomaba por la ventana, de haber sido otra época hubiese reconocido lo hermoso de esa mañana, pero mi cabeza era una maraña de sábanas y depresión, no se sentía nada bien.
Lo único que había era una gran soledad en mi habitación, me desesperaba, sentía que las paredes se me venían encima, y los pensamientos de la noche anterior volvían a mi cabeza.
La depresión nuevamente. Entonces estallé en lágrimas... otra vez. Una serie de impulsos me llevaron a armar mi mochila, ducharme, cambiarme, ponerme presentable (que uno esté mal no significa que el resto esté obligado a notarlo) y salí a la terminal.
El primero micro que salió fue el que tomé... Estuve una hora tratando de recordar la calle exacta donde vivía, y sabía que dos cuadras más era donde estaba ahora. Menos mal que eran dos cuadras porque, de otra forma, sabía que iba a terminar perdiendome.
Mientras dejabamos atrás la ciudad recordé calle, altura y pensé cómo iba a hacer para llegar... remis.
Dsp recordé que la plaza estaba cerca de la terminal, yo sabía ir a esa plaza sola desde su casa, por ende, era el camino inverso. Estaba todo listo en mi cabeza, sólo me restaban 4 hs para lograrlo.
Escribí, miré una pelicula sobre el robo de pinturas, un final tan obvio que la ventana me entretuvo mucho más. Dormí un buen rato, hasta que noté que estabamos a un pueblo. Entonces los nervios volvieron, estaba tan lejos de casa, sin aviso en ningún lado, inundada por un impulso casi asesino, no sabía cómo iba a reaccionar, sólo suplicaba que fuera bueno.
En ese momento, mientras repasaba una y otra vez en mi mente cómo iba a llegar, qué iba a decir, noté que no nos estabamos moviendo. Hacía 10 minutos que estabamos en la terminal y no nos movíamos. Miro por la ventana, los choferes mirando el costado del micro, no sé qué exactamente, pero sus caras no me gustaban. Tenían ese aspecto de ver algo malo. Al rato sube uno de ellos y dice que el micro estaba roto. Bajé corriendo a comunicarme con una amiga, le conté lo que estaba haciendo, se rió y dijo que todo iba a estar bien. Pero yo seguía ahí, sin movernos. Me estaba desequilibrando de a poco. Lloré... NUNCA IBA A LLEGAR!!!.
Dsp de 45 minutos llega otro micro, otra empresa, iban a donde YO iba, los choferes nos dicen que estaba dispuestos a llevarnos, se me iluminó el rostro, al fin iba a salir de ahí!. El sol picaba, yo me preocupaba por no insolarme. Subí y me restaba un rato más de viaje. Estaba nerviosa. Una chica al lado mio me dió charla. No suelo hablar con gente que no conozco o que de la que no tengo una mínima idea de anticipado. Pero agradezco que lo haya hecho, me sacó la presión de mirar los kms que faltaban. Me explicó cómo llegar a donde yo iba, ya estaba tranquila con respecto a eso. Sin darme cuenta ya estaba en la terminal. Bajé, temblabla. Ella me deseó suerte y desapareció por el otro lado. Seguí sola. Varias cuadras, se multiplicaban, hasta que llegué. No sabía si tocar el timbre o la puerta, analizaba todo. Toqué el timbre. Tenía un discurso por si otro me atendía, pero fuiste vos. Saludaste como si me hubieses visto hacia media hora hasta que notaste quién era realmente, yo lloré, fue automático. No podía hablar, lloraba y mi voz salía casi como un susurro, bajaste la música, no me escuchabas, yo trataba de decirte tantas cosas al mismo tiempo. Tantas. Pude decir todo, de a poco, pero todo. Y todo salió. Y los nervios bajaron en cada abrazo. Y todo salió como esperaba. Menos de un día, con tantas cosas para hablar y tan poco tiempo. Y siguen habiendo tantas cosas y tan poco tiempo.
Igual todo está... por lo menos sé que está.
26/12/2007