jueves, 4 de noviembre de 2010

14 años han pasado y aún se sigue sintiendo como ayer. Como si volteara y te viera en esa habitación y escuchara tu últimos suspiros.
Parece como si fuese hoy esa alegría que sentía cuando llegaste y sabía que ibas a estar... Nunca estuve tan equivocada.

14 años después me doy cuenta que nada tiene solución cuando se refiere a vos, a mi, a nosotros. Los recuerdos me hacen sonreír y llorar al mismo tiempo.

Que tortura pero más triste todavía.

Que triste no tenerte.