miércoles, 29 de abril de 2009

Música (medicina es)

Desde que me despierto hasta que me acuesto, se me cruzan muchas canciones por la cabeza. Algunas, sinceramente, son las peores que escuché en mi vida, pero mi mente tiene el poder de retener todo lo absolutamente bizarro. Algunas son lo mejor que escuché y podría cantarlas toda la vida, gritando, totalmente sacada. Algunas se encargan de revolver todo lo interno. Ellas giran, te enroscan, hacen de uno una maraña de pensamientos, recuerdos, odio, tristeza, llanto... Reconozco que he llorado (y lloro) con canciones.
La música es un cable a tierra para mi... Dicen eso que no puedo decir, hablan de eso que quiero entender, que quiero analizar. Ayudan a abrir mi cabeza. Hablan de mi, de vos, de ellos, de todos. Reflejan recuerdos, bueno y malos. Me alegran una tarde después de que otra música me la haya tirado abajo, porque también es un arma de doble filo, así como pueden sacar lo mejor de vos, pueden tirarte abajo hasta que ya no tengas ganas de respirar, y entra otra canción, donde respiras cada vez más fuerte, el aire entra, llena los pulmones... sí, estas vivo de nuevo.
Una canción puede reflejar un momento cumbre en la vida. Siempre una melodía esta presente en los mejores y peores momentos.
Pero no sólo representa tanto, también es una compañera. Viajes, viajes y más viajes.
En una época, no hace mucho, viajaba demasiado. Algo que me encanta es eso, viajar. Ir por la ruta escuchando música. Hay ciertos momentos del día, cuando las luces naturales van y vienen, que siento que les corresponde ciertas canciones a cada uno de esos momentos.
También cuando camino, cuando voy y vengo. Una de las últimas veces iba al supermercado y sonaba "Reach For The Sky" de Social Distortion. El día estaba algo frío pero había un sol hermoso, ni una nube se avistaba en el cielo, y fue una revelación, un momento crucial... Me dí cuenta de cosas en esa simple caminata con una simple canción de una de mis bandas preferidas. Caí en la cuenta de cosas que pasaban por mi cabeza, que estaban colgado de millones de hilos, todo enredado. Sí, una simple canción puede hacer que acomodes todo lo que veías revuelto.
Quizás suene mucho, suene poco... pero la música siempre va a estar. Alguien siempre va a desempolvar un disco, escucharlo y volver a sacar sus melodías al exterior.

No hay comentarios: