Estoy acá, sentada, siento ganas de escribir pero son TANTAS cosas las que tengo en mente que es complicado poder plasmarlas.
Demasiado cansada, demasiado confundida.
Quizás las cosas no esten saliendo como creí, que nada vaya a ser como me lo plantee mentalmente y eso me descoloca. Todo estaba organizado, puesto en su respectivo lugar, el que tenía que ocupar hasta que me se ocurriera nuevamente cambiar todo, quedarse ahí hasta que yo lo dijera pero todo se trasladó, todo mutó, para bien o para mal y no puedo con tanto cambio en tan poco tiempo.
A veces creo que pienso y después hago las cosas de forma apresurada.
A veces quisiera no tener que pensar pero mi cerebro corre a mil km por segundo... y cómo parar?, Cómo cuando constantemente tiran leña al fuego que creí apagado?
Intento pensar positivo todo el tiempo; "de lo malo siempre sale algo bueno". Lo creí, realmente, hasta que me dí cuenta que eso bueno que empecé a tener se transformó en lo peor.
El bueno, el malo y el peor.
El bueno existe pero cómo hacer?. El malo siempre esta presente, dentro, fuera, donde sea. Y el peor me tortura cada momento, pienso constante porqué nada de lo que haga sale bien?
Todas esas personalidades me perturban casi constantemente.
"No te preocupes por lo que piensen los demás. No busques". Yo escucho todo lo que dicen, le doy una chance a cada opción pero de todas formas siento un vacío interno total y completamente desagradable. Hablando mal y pronto, me siento una boluda.
Ahora me siento y releeo, una y otra vez y caigo en la cuenta de que nada salió como yo quería, que no puedo ubicar, hacer y deshacer todo a mi antojo, que las personas no pueden responder a uno y cada uno de mis caprichos. Tengo que aprender de la soledad y ella de mi. Tendremos que hacernos compañeras.
Por lo pronto amor y odio conviven en la misma persona... EN MI.