La gente dice "cada casa es un mundo".
Podríamos agregar también que cada persona es un mundo.
Las locuras propias, los malos humores, las reacciones impensadas.
Cada uno tiene lo suyo, compatible o no a las cosas que tenemos los otros.
A veces siento que hacemos lo posible para que todo sea compatible con todo, como si las diferencias no existieran entre nosotros y todos pudieramos estar de acuerdo con todos, sintiendo cosas por todos, con todo en común pero es imposible que en un mundo tan dispar, la vida social se diera de esa forma, tan perfecta.
Las diferencias son aún más marcadas entre nosotros que las mismas similitudes. Esas que nos separan e incluso nos unen sólo para volver a separarnos en otras circunstancias, con otras de nuestras virtudes/defectos.
Entonces, cómo lidiar con estas virtudes/defectos en la vida cotidiana, cómo unirnos sin que ésto sea una bomba a punto de estallar y que la onda expansiva nos defe efectos colaterales de acá a los próximos mil siglos?
Complicada pregunta, no creo tener respuesta.
Desde mi punto más personal, tiendo a relacionarme con las personas más y menos parecidas a mi.
Muchas actividades en común pero a lo que respecta a sensaciones, actitudes, tienden a ser personas demasiado diferentes, refiriendose a mi, claro, porque entre ellos son iguales, sigo la misma línea. Por lo menos puedo decir que tengo coherencia en elecciones pero al mismo tiempo no la tengo.
A mi alrededor hay toda clase de gente que quiero y me quiere. Gente que apenas conozco y otra que estoy conociendo más todavía.
Si bien mis reacciones a veces tienden a desconcertar a las personas, es el día de hoy en el que YO no entiendo porqué mi atención se dirige, directamente, hacia esta gente que tiende a hundirme, sólo un poco, mientras que aquellos que quieren que aflore, se quedan esperando una señal positiva de parte mia.
Puedo dar esa señal a una persona que sé que me haría muy bien pero siempre hay algo que me dice que no. Qué es? Sé que esa persona no me lastimaría.
Tiendo a poner la vista en las personas que sé que me van a lastimar. Esas personas que es OBVIO que no van a hacer otra cosa que usarme y tirarme a la basura. Estar conmigo una determinada cantidad de tiempo (que fácil se la lleva el tiempo) y después pasaré a ser una desconocida más en una lista interminable de gente.
El hecho de que esten y no esten es lo que más me llama la atención. Que me digan que no, que sí, que no. Ese juego macabro que te deja esperando hasta último momento para luego pasar a odiarlos porque nada salió como querías. Siempre es igual.
Porqué me atrae? Pregunta para divan.
La situación es que, a medida que pasa el tiempo, termino cansandome de, en realidad, no saber cómo es esa persona.
Tanta virtud, tanto defecto, tanta ida y vuelta termina resultando en una incognita más grande que la Rusia Comunista.
Entonces no sabés nada de nadie, no tenes idea de qué pasa con nada ni con nadie.
Cansada de pensar en qué pasa y qué no. De las vueltas, del no sé, sí, no. Por primera vez en la vida me arrepiento de algo.
Por primera vez quiero dejar de ver a la calesita y sentarme en la tranquilidad del pasto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario